Historia de la organización médica más antigua del mundo occidental
Diferentes hitos históricos perfilan el origen y desarrollo de esta Corporación a través de los años, tal y como nos descubre el libro que con motivo de su centenario en 1898 nos obsequió el ex-catedrátrico de historia de la medicina, profesor José María López Piñero.
Las primera regulación normativa del oficio médico data de 1329, cuando el texto Els Furs –la carta magna de costumbres y leyes de los valencianos- de Alfonso IV el Benigno se creó en el Reino de Valencia la primera organización médica de todos los reinos hispánicos.
Un apartado bajo la rúbrica de De Metges imponía dos exigencias para el ejercicio:
El título de médico obtenido en una Universidad como requisito indispensable para presentarse al examen que facultaba para la práctica de la profesión.
Un examen que autorizaba el ejercicio de la cirugía que hasta entonces venían realizando los conocidos como “cirujanos barberos”.
Esta disposición fue el punto de partida para que en el siglo siguiente, en 1433, se creará el Colegio de Cirujanos de Valencia, donde ya médicos de renombrado prestigio constituían el tribunal de “examinadors” que concedía las licencias de médico y cirujano. Mientras, en el resto de Europa –con excepción de Italia- la cirugía continuaba siendo una opción artesanal.
En el siglo XV los médicos valencianos estaban organizados y la propia Asociación Profesional se encargó de conceder títulos y dispuso que en las recetas se recogiesen las indicaciones terapéuticas y los ingredientes de los medicamentos, ordenando además, que los cirujanos emitieran informes periciales o “desospitacions” a petición de las autoridades.
Pocos años después, en 1499, al crearse la Universidad de Valencia se incorpora a ella el “Estudi” como “Cadira de Cirugía” y desde el año 1501 se encargó no solamente de la formación de los cirujanos, sino también de la enseñanza quirúrgica a los médicos, situación que contrastaba con la completa separación entre ambas vertientes de la profesión médica en el resto de Europa.
En 1707 el Decreto de Nueva Planta derogó la organización foral valenciana y con él la concesión de la licencia pasó a depender del Tribunal del Protomedicato. No obstante, en 1715 el Colegio de Cirujanos de Valencia fue ratificado y hasta 1829 continuó controlando la profesión.
Numerosas asociaciones médicas nacieron en la España liberal del Siglo XIX y desaparecieron en poco tiempo. Frente a ellas, el Instituto Médico Valenciano, fundada en 1841, dio una vez más ejemplo del movimiento profesional valenciano con su continuidad y su importante labor durante medio siglo que le convirtió en el colectivo médico español de mayor relieve.
El instituto difundió una revista entre 1841 y 1896 denominada Boletín del Instituto Médico Valenciano que se convirtió en el órgano oficial de la Sociedad Médica General de Socorros Mutuos, desarrollando una importante actividad en el terreno de la defensa de los intereses profesionales y la vigilancia del intrusismo. Fue una de las publicaciones médicas de mayor altura científica de la época, contribuyendo decisivamente a la difusión de las novedades, en especial las relativas a la patología, la clínica, la cirugía, la terapéutica y la higiene pública.